1. Sobre un regreso a la escritura a modo de Emily Dickinson o el placer de escribir
Cuando empecé este blog era una adolescente y por ello vivía en un estado de angustia perpetua. Eso es lo que los adolescentes hacen, supongo. Angustiarse. Claro que tenía motivos, todos siempre los tenemos en la adolescencia. Sentía que la muerte me respiraba en la nuca y me debatía entre alejarme de ella o acercarme con los brazos abiertos. Además, me veía como un ser lleno de posibilidades; lleno de talento y confiaba en que lo único que me separaba de algún estrellato difuso y lejano era lo dispuesta que podía estar (o no) a compartirme con el mundo. Hice este blog pensando que me impulsaría a alguna clase de reconocimiento. Veía mi escritura como algo necesariamente pensado para los demás, como algo que tenía que agradar y ajustarse a lo que los otros querían leer. Pensaba que solo bastaría con publicar algunas entradas sin espíritu y completamente pensadas para ajustarse al gusto popular, lo que sea que eso signifique, para atraer a un montón de personas que, fascinadas con mi vi...